jueves, 20 de septiembre de 2012

¿CUÁL ES LA EVALUACIÓN EDUCATIVA QUE SE DEBE CONSTRUIR?



Pensamiento:
 “En los últimos años esta finalidad implícita de la evaluación ha adquirido una importancia decisiva; se trata de evaluar para conocer cómo funciona la educación y, sobre todo, para mejorarla; es decir, para orientar la toma de decisiones de todos los responsables de la educación: las políticas educativas, la organización escolar, el funcionamiento de los centros educativos, el trabajo de los profesores, y la participación y la dedicación de los alumnos y de las familias.”  EEE Editores.

Podemos comenzar buscando referencia de cómo construir un sistema de evaluación que alcance todos los aspectos integrales del alumno en su periodo de formación y que el mismo sistema permita satisfacción tanto dentro como fuera del aula de clase, las mas recientes  notas de prensa sobre el tema dejan posibilidades muy claras sobre la importancia del docente calificado para la aplicación en España: “Josu Sierra, exdirector de Instituto de Evacuación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) "Es evidente que no se puede generalizar el trilingüismo con la cantidad de profesorado cualificado actual" Idoia Alonso - Sábado, 15 de Septiembre de 2012 - Actualizado a las 20:12h” , este hecho permite diagnosticar que la dificultad existente para poner en marcha la evaluación donde aflore el conocimiento  y su evaluación pasa necesariamente por la calidad del docente.
En Montevideo “Nacional – EDUCACION “La repetición escolar como política educativa es terrible” Entrevista a Andrés Peri, director de evaluación y estadística de la ANEP + Gonzalo Charquero @geceache - 17.09.2012, 06:00 hs - ACTUALIZADO 08:26 “, Además afirmó que en esas evaluaciones de tipo diagnóstico “no importa” que los estudiantes se equivoquen, pues necesariamente el alumno debe continuar y se le debe orientar tras el diagnostico a cómo debe afrontar las dificultades en cada espacio del aprendizaje.
En Málaga España, esta búsqueda de una evaluación fue definida como una patologías por el profesor MIGUEL ANGEL SANTOS  de la Universidad de Málaga, en su resumen el autor: “plantea en este artículo los problemas que entrañan los procesos de la evaluación institucional educativa en sus diversos niveles (evaluación de alumno, de los Centros, de los programas y Reformas...) y desde diferentes perspectivas (ideológica, política, ética, didáctica, técnica...). Analiza diversas disfunciones y desenfoques de la evaluación escolar, tanto por atrofia como por hipertrofia de algunos de sus elementos, como por la desvirtuación de su práctica y de su significado”, mas adelante dice; Otras patologías se deben a la atrofia de funciones que son consustanciales con un estado de salud educativa. No se desarrolla, por ejemplo, un tipo de evaluación democrática (Stenhouse, Elliot, McDonald) en la que tanto el proceso de evaluación como el manejo de la información resultante es responsabilidad directa de los protagonistas de la experiencia educativa.
La búsqueda de una salida a la evaluación no se detiene en España por ejemplo se plantea que; “Click here to find out more!Los alumnos deberán pasar una evaluación final para obtener el título de ESO, El Ministerio de Educación ha propuesto hoy una evaluación final uniforme y nacional para obtener el título de graduado en Secundaria Obligatoria (ESO), cuya nota será el resultado ponderado entre la calificación de la etapa educativa, que tendrá un valor del 70%, y la de la prueba, con un peso del 30%,Madrid, EFE 18 de septiembre de 2012, dejando entonces que cada universidad podría decidir el valor que da a esa evaluación para matricularse en una carrera o si quiere exigir una nota determinada, un examen adicional o una entrevista.
Para Honduras todo pasa por una evaluación donde se califique a docentes como a sus alumnos; Aprueban decreto de emergencia para evaluar a alumnos y maestros “Tegucigalpa - El Consejo de Ministros, realizado este martes en el Zoológico Rossy Walter de El Picacho, aprobó un decreto de emergencia en el sector educativo a fin de practicar pruebas de rendimiento académico a los alumnos de primero a noveno grado del sector público, así como evaluaciones a los docentes. El decreto que fue presentado por el ministro de Educación, Marlon Escoto y otros funcionarios de esa secretaría, se basa en el decreto de emergencia del sector educativo, aprobado el 18 de marzo de 2011. En ese sentido, el decreto autoriza a la secretaría de Educación a desarrollar, en lo que resta de 2012, una evaluación de rendimiento en las asignaturas de español y matemáticas con pruebas a los alumnos del primero al noveno grado”.
Cerramos este recorrido por el mundo de la evaluación educativa  con un verdadero reconocimiento a la puntualidad de que dejan claro EEE Editorial “El término evaluación en el contexto educativo, está unido a otros que lo generalizan o determinan, es así cuando nos referimos a medir, calificar, apreciar, estimar.”  .Nos aproximamos a la Evaluación Educativa como un proceso cíclico y continuo para determinar, obtener y proporcionar información útil para enjuiciar y orientar opciones de toma de  decisiones. Podemos ver distintas maneras de enfocar a la Evaluación Educativa, entre ellas se destacan las siguientes: Evaluación como sinónimo de medición. Evaluación como sinónimo de juicio profesional. Evaluación como el proceso de comparar datos acerca de actuaciones con objetivos claramente especificados. Evaluación como el proceso de identificar y reunir información para asistir a   quienes deben tomar decisiones. En nuestro ámbito académico, la evaluación debe ser entendida como un proceso que facilite la toma de decisiones  para mejorar la calidad educativa en  sus distintos ámbitos. La consideramos como un proceso, porque conforma un conjunto de acciones interrelacionadas para el cumplimiento de un fin determinado,  que hemos denominado promoción de la “Calidad Educativa”, entendiéndola como “La descripción de una situación, factor o componente educativo en estado óptimo de funcionamiento" basándose en tres componentes fundamentales: Funcionabilidad, satisface las necesidades exigidas por el entorno. Eficacia, alcanza los objetivos que se propone. Eficiencia, alcanza dichos objetivos con una optima utilización de recursos. Si somos capaces de combinar estos tres imperativos esenciales podemos estar hablando de un proceso que añade valor a la calidad educativa de una Institución.
Entonces ¿Cuál es la evaluación educativa que se debe construir?. La evaluación educativa se ha ido extendiendo en las últimas décadas y se ha convertido en una preocupación fundamental de gobiernos y responsables educativos. La evaluación de los sistemas educativos en su conjunto o de las diversas unidades que lo componen (alumnos, escuelas, profesores y otros), es hoy una actividad fundamental dentro de las políticas educativas de todos los países.
Para los estudiosos del ámbito pedagógico y educativo la evaluación de calidad en estos nuevos tiempos debe centrarse en una eficacia interna, relevancia, pertinencia, impacto, eficiencia, eficacia externa y equidad.
Es por ello que una buena evaluación no puede limitarse a la medición de resultados. En este sentido, la evaluación de los sistemas educativos ha tenido como objetivo primero conocer su funcionamiento y, de manera implícita, utilizar sus resultados en la definición de las políticas educativas.
En los últimos años esta finalidad implícita de la evaluación ha adquirido una importancia decisiva; se trata de evaluar para conocer cómo funciona la educación y, sobre todo, para mejorarla; es decir, para orientar la toma de decisiones de todos los responsables de la educación: las políticas educativas, la organización escolar, el funcionamiento de los centros educativos, el trabajo de los profesores, y la participación y la dedicación de los alumnos y de las familias.
Desde esta perspectiva debe perder interés la evaluación entendida como instrumento para determinar quiénes son los responsables de las insuficiencias y dificultades del sistema educativo; este planteamiento termina produciendo la confrontación entre los distintos agentes implicados. En contrapartida, se impone la concepción de la colaboración entre los responsables educativos para utilizar los resultados de la evaluación en la adopción de las medidas más adecuadas para mejorar la educación y alcanzar los objetivos y las metas educativas que se plantean las sociedades actuales.
Busquemos  ¿Qué evaluar?. En cuanto a qué evaluar, hay que señalar que buena parte de las evaluaciones externas internacionales han procurado valorar el funcionamiento de los sistemas educativos a través del análisis del rendimiento de los alumnos. Desde principios del presente siglo, este análisis ha ido incorporando la valoración de la adquisición de las competencias básicas por parte de los alumnos (estudios de OCDE y de la Unión Europea), a la que se han añadido la valoración de los contextos sociales, económicos y culturales, de las circunstancias de aprendizaje y de los procesos educativos.
Evaluación general y censal. A la evaluación del sistema educativo a través del rendimiento de los alumnos se ha añadido el interés por establecer un diagnóstico del rendimiento de cada una de las escuelas y alumnos. Este es el caso de España, como el de otros muchos países, en los que las evaluaciones de diagnóstico generales, por un lado, y censales por otro, tienen esta finalidad de facilitar la adopción de medidas de mejora oportunas para el conjunto del sistema, pero también individualizadas para cada uno de los alumnos y escuelas, en momentos intermedios de la educación primaria y de la educación secundaria obligatoria.
Debe considerarse, además, que es necesario evaluar las propias escuelas, su organización, el grado de autonomía y, como indicador muy especial, el valor añadido que son capaces de ofrecer a sus alumnos. Es necesario también evaluar los procesos de enseñanza, los trabajos de los profesores y de los equipos docentes, considerados de manera colectiva e individual, y su impacto en los aprendizajes y en el rendimiento de los alumnos. Y, finalmente, es necesario evaluar el funcionamiento de las propias administraciones educativas y las políticas educativas propuestas.
Pero ¿Cómo evaluar?. En relación al cómo evaluar, el desarrollo y la generalización de las evaluaciones nacionales e internacionales ha permitido una mejora muy significativa de los sistemas de evaluación. La definición de los marcos de evaluación, la organización de los procesos evaluadores y el rigor en el análisis de los resultados han permitido garantizar una elevada validez (se mide realmente aquello que se desea evaluar) y una notable fiabilidad (la valoración se realiza con todas las garantías y la máxima objetividad).
Retos del futuro. Entre los retos actuales y futuros de las evaluaciones externas se encuentra el de facilitar una mejor información sobre aquellos aspectos hoy todavía insuficientemente valorados o que deben mejorar. Las evaluaciones deben afinar sus instrumentos para medir con más precisión la influencia de los procesos educativos de aula y centro, el funcionamiento de los equipos de profesores y las estrategias colectivas, la organización de las escuelas, la autonomía y la responsabilidad compartida y la implicación de profesores, alumnos y familias.
Por otra parte, como se ha señalado, es fundamental poner a punto mecanismos de evaluación que permitan medir con el máximo rigor el valor añadido que escuelas y profesores son capaces de incorporar en el aprendizaje de sus alumnos. Éste es un aspecto hoy fundamental para contextualizar mejor los resultados educativos que ofrecen las evaluaciones externas.
Del mismo modo, es necesario ampliar el campo de áreas evaluadas, tanto en relación a los alumnos como en lo referente a escuelas y maestros. Fortalecer la participación de distintos actores, en particular de las diversas coordinaciones regionales de evaluación, garantizando la articulación de los esfuerzos y la colaboración continua de todas las partes.
Finalmente, continuarse mejorando los instrumentos para obtener datos válidos, confiables y comparables. Así mismo, conviene insistir en que las evaluaciones de los sistemas educativos deben ser capaces de afinar las medidas allí donde se producen las circunstancias más adversas del aprendizaje, o las más particulares, sea porque corresponden a entornos sociales, económicos y culturales más desfavorecidos, porque se trate de alumnos con necesidades educativas específicas, o por cualquier otra circunstancia. Dicho de otro modo: la evaluación debe ofrecer una información más precisa y eficaz de los resultados de todos los alumnos, pues la mejora de los sistemas educativos sólo es posible si la calidad de la educación y la excelencia afectan también a "todos los alumnos".
Finalmente la Evaluación Educativa, no son los datos, aunque estos sean indispensables, sino el proceso por el que se aprecia y discierne el valor de las acciones y realizaciones; un proceso profundamente humano que se nutre y se articula en el diálogo, la discusión y la reflexión."