domingo, 27 de enero de 2013

Docente produccion independiente -DPI-






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Los smartphones como herramienta pedagógica en la producción impresa, radial y audiovisual de la coordinación de recursos para el aprendizaje


       El presente siglo trae consigo numerosos elementos y características muy particulares dirigidas a la consolidación de comunidades inteligentes que den respuesta a la sociedad del conocimiento consolidada en algunas latitudes a nivel mundial. Cambios culturales, tecnológicos y científicos, dan paso a la interculturalidad,  la globalización, a informatización obligando a los centros educativos a incorporar se tomar partida de estos cambios vertiginosos. En tal sentido, es necesario que los procesos educativos de enseñar y aprender se renueven y adapten a todos estos avances desde los primeros niveles de formación.
       Al respecto, Stevenson (2004) plantea que “uno de los aspectos más reconocidos, en relación con las características de la realidad que se está viviendo… se refiere a que la sociedad y, por tanto, el sistema escolar- está sometido a una permanente transformación en todo orden de cosas” (p.8). El acelerado desarrollo en los ámbitos científico y tecnológico  implica  cambios desde  el  punto  de vista social, político, cultural y económico, lo cual conlleva modificaciones en las formas de trabajo, de vida, de educación y de formación profesional, entre otras cosas. No obstante, los países iberoamericanos están aún lejos de los industrializados, en lo que se refiere a producción, comercialización, crecimiento económico, tecnológico y científico.
Así mismo, la educación Latinoamericana busca incorporar en los diferentes países, una educación multilateral, concebida en diferentes direcciones, tanto a nivel cultural, social y tecnológico, lo cual demanda una formación integral de los estudiantes y una capacitación actualizada para los docentes, a fin de que éstos respondan a los requerimientos intelectuales y tecnológicos que la sociedad de la información demanda. Tal como lo plantea la Organización  de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2010) cuando afirma que la educación contribuye a la construcción de un mundo sostenible donde las sociedades deban ser justas, equilibradas, que valores las conductas y el conocimiento de los individuos, para que defienda la paz y sus derechos, así podrá compartir con otras culturas en un mundo mejor.
Por otra parte, según la publicación de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe, CEPAL (1992) “los rezagos en el eje educación-conocimiento comprometen posibles avances en otros aspectos de la incorporación y difusión del progreso técnico”(p.17),  pues particularmente en el avance de un país, la educación es la base fundamental para consolidar el desarrollo,  de ahí que, el proceso educativo debe ir a la par de los cambios y necesidades sociales, el avance de la ciencia y tecnología.
       Ante el expedito progreso de las tecnologías, es menester que los docentes formadores se sientan implicados en una carrera persistente para estar  al día en relación a los cambios que se están provocando en su contexto cercano. En este sentido, los educadores deben  aprender cómo utilizar las tecnologías de la información y las comunicaciones y aprovecharlas al máximo en la enseñanza, ayudando al mismo tiempo a los estudiantes a utilizarlas para rendir al máximo sus propias competencias y habilidades.
No son las tecnologías por si solas las responsables de la producción de grandes diferencias en la construcción del conocimiento en la sociedad.  En esta sociedad del conocimiento justamente el docente desde su ejercicio profesional debe formarse para tener pericia en el empleo de la Tecnología de la Información y las Comunicaciones (TIC), de esta manera se hace un ser partícipe y en diálogo dentro de la edificación colectiva fundamental, la educación.