martes, 23 de julio de 2013

HOY MÁS QUE NUNCA LA FUERZA DE LA PALABRA MILITAR.

Cuando una nota de prensa incluya la palabra abajo las armas se refiere con precisión a una exclamación derrotista unas veces; pero, con mayor frecuencia, expresión de pacifismo más o menos sincero y tendiente a la supresión de los ejércitos, que utilizando una fuerza de armas controla y distribuye la tranquilidad en un determinado territorio.
Sin embargo solemos ver grandes titulares de prensa que a pesar de no reflejar en términos general son similares a sus hechos, abandono a si mismo: Entregado a sus propias fuerzas y a sus solos medios en el combate, perdido el contacto con fuerzas laterales, de vanguardia o rezagadas, o totalmente aislado de los compañeros de lucha. Esta crítica situación, frecuente en los amplios envolvimientos mecanizados de las luchas modernas, y eventualidad individual que se presenta con reiteración en las retiradas sin orden, exige de los jefes –que entonces asumen el mando supremo y exclusivo -, o de los combates solitarios, el recurso a toda la autoridad moral militar. 
Los dos anteriores términos para un hombre de armas; como abajo las armas y abandono a sí mismo, pueden causar el derrumbamiento de un equipo elite en sus acciones en busca de un objetivo, si los hombres de armas no están cohesionados para afronta la lucha para la victoria, deben abandonar los pasos de la vida militar, sostener el honor de una carrera para las armas.

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