EL ANDARIEGO EMPRENDIO VIAJE A LA ETERNIDAD

Siempre con la verdad por delante
Barinas (Dimas J. Medina) Víctima de un penosa enfermedad, este jueves en horas de la madrugada dejó existir el periodista barinés Jorge Eliécer Patiño.
El célebre “Andariego”, como también llamaban al mencionado comunicador social, será recordado por sus amigos y colegas, no solo como aquel periodista de verbo crítico, sino también como aquella persona de espíritu alegre y bonachón.
Por eso, no hubo eventos o espacios de la rutina propia del periodista, donde Jorge Eliécer expresara ese don que lo caracterizó hasta su retiro momentáneo de su actividad profesional.
Por eso, como fanático empedernido de sus Leones del Caracas, del Real Madrid o de Brasil en el fútbol, siempre vimos en nuestro quehacer diario a El Andariego apostando por sus equipos.
Era tanto el fanatismo que profesaba por sus equipos, que a la colega Virginia Linares, quien hace 10 años decidió buscar nuevos horizontes en Europa, le pidió que le trajera de regalo de España, una camiseta de su oncena preferida, que aún la conserva, según confesó ayer jueves su hermano mayor.
Como todo muchacho alegre –porque nunca perdió ese espíritu de joven- también lo vimos jugando chapitas en la placita ubicada frente a su residencia, allá en el sector uno de la popular Urbanización “Raúl Leoni”, donde ayer nuevamente se congregaron sus amigos y colegas, pero para acompañarlo en su triste y humilde velorio.
“También fue una persona muy orgullosa y quizás por esa razón, se negó a recibir las ayudas que algunos funcionarios del gobierno les hicieron, como la que hizo el propio maestro Hugo de Los Reyes Chávez, quien se ofreció para enviarlo a Cuba para que se tratara su enfermedad”, dijo Mario Valero, amigo personal de Jorge Eliécer Patiño.
Del ex gobernador de Barinas, recordamos varias veces cuando nos topábamos en nuestras actividades reporteriles y, el maestro Chávez con su habitual saludo, siempre preguntaba a Jorge Eliécer “por aquella brujita que le comentaba los chismes para su columna”. El Andariego periodista. A pesar de no haberse formado en aulas universitarias, tuvo no obstante, el privilegio de contar con una recordada escuela del periodismo en Barinas, tal como recordaron este jueves en el pleno velorio, sus hermanos, amigos y ex compañeros de labores.
“Se inició en el diario El Barinés a comienzo de la década de los 90”, recordó el reportero gráfico Manuelito Delgado. “En ese periódico, además del argentino Daniel Tennebau –propietario de este modesto medio impreso de la región-, laboraban Rudy Linares, Rafael “Guate” Guédez, Ramón Niño Arenas, Germán Aranguren Zuleta, Ramón Díaz Suárez y el fotógrafo Miguel Vega”, adicionó “Allí comenzó a dar sus primeras tecleadas”, comentó el colega César Villamizar, quien para la época estaba al frente de la secretaría general del Colegio Nacional de Periodistas de Barinas.
El Barinés, aquel polémico diario local, que tenía como atractivo la famosa columna “Zumba que zumba”, de la que todo el cuerpo de redacción del periódico formó parte de aquellos candentes comentarios, fue la punta lanza de El Andariego.
“Allí surgió Jorge Eliécer Patiño”, rememoró Manuel Delgado “y de allí en adelante se dio a conocer como el único y auténtico Andariego”.
Y precisamente, “El Andariego”, fue el título de la columna donde Jorge Eliécer Patiño plasmó durante varios años, sus agudos comentarios en el diario de Los Llanos, del que fue jefe de redacción hasta su último día.
Tan agudo fue el verbo de Jorge Eliécer en sus crónicas, que una vez, para ser más preciso, para finales del mes de julio de 2.006, un comentario suyo hecho contra los miembros del Sindicato de la Construcción, obligó a los cabecillas de este gremio, liderados por el hoy alcalde del municipio Obispos, Alexis “El Chivo” Avendaño y Numa Altuve, a movilizarse hacia la sede del diario Los Llanos, para protestar de manera violenta.
Como el tiempo es un juez inexorable, El Andariego tuvo razón no sólo en aquellas denuncias, sino en algunos comentarios que a más de uno incomodó en Barinas.
Por eso, panita, feliz viaje y que el Todopoderoso te reciba en su seno como deber ser, con la verdad por delante.

Paz a tus restos