Pensamiento:
“En los últimos
años esta finalidad implícita de la evaluación ha adquirido una importancia
decisiva; se trata de evaluar para conocer cómo funciona la educación y, sobre
todo, para mejorarla; es decir, para orientar la toma de decisiones de todos
los responsables de la educación: las políticas educativas, la organización
escolar, el funcionamiento de los centros educativos, el trabajo de los
profesores, y la participación y la dedicación de los alumnos y de las familias.” EEE
Editores.
Podemos comenzar buscando referencia de cómo construir un
sistema de evaluación que alcance todos los aspectos integrales del alumno en
su periodo de formación y que el mismo sistema permita satisfacción tanto
dentro como fuera del aula de clase, las mas recientes notas de prensa sobre el tema dejan
posibilidades muy claras sobre la importancia del docente calificado para la aplicación
en España: “Josu Sierra, exdirector de Instituto de Evacuación e Investigación
Educativa (ISEI-IVEI) "Es evidente
que no se puede generalizar el trilingüismo con la cantidad de profesorado
cualificado actual" Idoia Alonso - Sábado, 15 de Septiembre de 2012
- Actualizado a las 20:12h” , este hecho permite diagnosticar que la dificultad
existente para poner en marcha la evaluación donde aflore el conocimiento y su evaluación pasa necesariamente por la
calidad del docente.
En Montevideo “Nacional
– EDUCACION “La repetición escolar como política educativa es terrible”
Entrevista a Andrés Peri, director de evaluación y estadística de la ANEP +
Gonzalo Charquero @geceache - 17.09.2012, 06:00 hs - ACTUALIZADO
08:26 “, Además afirmó que en esas evaluaciones de
tipo diagnóstico “no importa” que los estudiantes se equivoquen, pues
necesariamente el alumno debe continuar y se le debe orientar tras el
diagnostico a cómo debe afrontar las dificultades en cada espacio del
aprendizaje.
En
Málaga España, esta búsqueda de una evaluación fue definida como una patologías
por el profesor MIGUEL ANGEL SANTOS de
la Universidad de Málaga, en su resumen el autor: “plantea en este artículo los
problemas que entrañan los procesos de la evaluación institucional educativa en
sus diversos niveles (evaluación de alumno, de los Centros, de los programas y
Reformas...) y desde diferentes perspectivas (ideológica, política, ética,
didáctica, técnica...). Analiza diversas disfunciones y desenfoques de la
evaluación escolar, tanto por atrofia como por hipertrofia de algunos de sus
elementos, como por la desvirtuación de su práctica y de su significado”, mas
adelante dice; Otras patologías se deben a la atrofia de funciones que son
consustanciales con un estado de salud educativa. No se desarrolla, por
ejemplo, un tipo de evaluación democrática (Stenhouse, Elliot, McDonald) en la
que tanto el proceso de evaluación como el manejo de la información resultante
es responsabilidad directa de los protagonistas de la experiencia educativa.
La
búsqueda de una salida a la evaluación no se detiene en España por ejemplo se
plantea que; “Los alumnos deberán pasar una
evaluación final para obtener el título de ESO, El Ministerio de Educación ha
propuesto hoy una evaluación final uniforme y nacional para obtener el título
de graduado en Secundaria Obligatoria (ESO), cuya nota será el resultado
ponderado entre la calificación de la etapa educativa, que tendrá un valor del
70%, y la de la prueba, con un peso del 30%,Madrid,
EFE 18 de septiembre de 2012, dejando entonces que cada
universidad podría decidir el valor que da a esa evaluación para matricularse
en una carrera o si quiere exigir una nota determinada, un examen adicional o
una entrevista.
Para
Honduras todo pasa por una evaluación donde se califique a docentes como a sus
alumnos; Aprueban decreto de emergencia para evaluar a alumnos y maestros “Tegucigalpa - El Consejo de Ministros, realizado este
martes en el Zoológico Rossy Walter de El Picacho, aprobó un decreto de
emergencia en el sector educativo a fin de practicar pruebas de rendimiento
académico a los alumnos de primero a noveno grado del sector público, así como
evaluaciones a los docentes. El
decreto que fue presentado por el ministro de Educación, Marlon Escoto y otros
funcionarios de esa secretaría, se basa en el decreto de emergencia del sector
educativo, aprobado el 18 de marzo de 2011. En ese sentido, el decreto autoriza
a la secretaría de Educación a desarrollar, en lo que resta de 2012, una
evaluación de rendimiento en las asignaturas de español y matemáticas con
pruebas a los alumnos del primero al noveno grado”.
Cerramos este recorrido por el mundo de la
evaluación educativa con un verdadero
reconocimiento a la puntualidad de que dejan claro EEE Editorial “El término evaluación en el contexto educativo, está
unido a otros que lo generalizan o determinan, es así cuando nos referimos a
medir, calificar, apreciar, estimar.” .Nos
aproximamos a la Evaluación Educativa como un proceso cíclico y continuo para
determinar, obtener y proporcionar información útil para enjuiciar y orientar
opciones de toma de decisiones. Podemos ver distintas maneras de enfocar
a la Evaluación Educativa, entre ellas se destacan las siguientes: Evaluación
como sinónimo de medición. Evaluación como sinónimo de juicio profesional.
Evaluación como el proceso de comparar datos acerca de actuaciones con
objetivos claramente especificados. Evaluación como el proceso de identificar y
reunir información para asistir a quienes deben tomar decisiones.
En nuestro ámbito académico, la evaluación debe ser entendida como un proceso
que facilite la toma de decisiones para mejorar la calidad educativa en
sus distintos ámbitos. La consideramos como un proceso, porque conforma
un conjunto de acciones interrelacionadas para el cumplimiento de un fin
determinado, que hemos denominado promoción de la “Calidad Educativa”,
entendiéndola como “La descripción de una situación, factor o componente
educativo en estado óptimo de funcionamiento" basándose en tres
componentes fundamentales: Funcionabilidad,
satisface las necesidades exigidas por el entorno. Eficacia, alcanza los objetivos que se propone. Eficiencia, alcanza dichos objetivos
con una optima utilización de recursos. Si somos capaces de combinar estos tres
imperativos esenciales podemos estar hablando de un proceso que añade valor a
la calidad educativa de una Institución.
Entonces ¿Cuál es la evaluación educativa que se debe
construir?. La evaluación educativa se ha ido extendiendo en las últimas
décadas y se ha convertido en una preocupación fundamental de gobiernos y
responsables educativos. La evaluación de los sistemas educativos en su
conjunto o de las diversas unidades que lo componen (alumnos, escuelas, profesores
y otros), es hoy una actividad fundamental dentro de las políticas educativas
de todos los países.
Para los estudiosos del ámbito pedagógico y educativo la
evaluación de calidad en estos nuevos tiempos debe centrarse en una eficacia
interna, relevancia, pertinencia, impacto, eficiencia, eficacia externa y
equidad.
Es por ello que una buena evaluación no puede limitarse a
la medición de resultados. En este sentido, la evaluación de los sistemas
educativos ha tenido como objetivo primero conocer su funcionamiento y, de
manera implícita, utilizar sus resultados en la definición de las políticas
educativas.
En los últimos años esta finalidad implícita de la
evaluación ha adquirido una importancia decisiva; se trata de evaluar para
conocer cómo funciona la educación y, sobre todo, para mejorarla; es decir,
para orientar la toma de decisiones de todos los responsables de la educación:
las políticas educativas, la organización escolar, el funcionamiento de los
centros educativos, el trabajo de los profesores, y la participación y la
dedicación de los alumnos y de las familias.
Desde esta perspectiva debe perder interés la evaluación
entendida como instrumento para determinar quiénes son los responsables de las
insuficiencias y dificultades del sistema educativo; este planteamiento termina
produciendo la confrontación entre los distintos agentes implicados. En
contrapartida, se impone la concepción de la colaboración entre los
responsables educativos para utilizar los resultados de la evaluación en la
adopción de las medidas más adecuadas para mejorar la educación y alcanzar los
objetivos y las metas educativas que se plantean las sociedades actuales.
Busquemos ¿Qué
evaluar?. En cuanto a qué evaluar, hay que señalar que buena parte de las
evaluaciones externas internacionales han procurado valorar el funcionamiento
de los sistemas educativos a través del análisis del rendimiento de los
alumnos. Desde principios del presente siglo, este análisis ha ido incorporando
la valoración de la adquisición de las competencias básicas por parte de los
alumnos (estudios de OCDE y de la Unión Europea), a la que se han añadido la
valoración de los contextos sociales, económicos y culturales, de las
circunstancias de aprendizaje y de los procesos educativos.
Evaluación general y censal. A la evaluación del sistema
educativo a través del rendimiento de los alumnos se ha añadido el interés por
establecer un diagnóstico del rendimiento de cada una de las escuelas y
alumnos. Este es el caso de España, como el de otros muchos países, en los que
las evaluaciones de diagnóstico generales, por un lado, y censales por otro,
tienen esta finalidad de facilitar la adopción de medidas de mejora oportunas
para el conjunto del sistema, pero también individualizadas para cada uno de
los alumnos y escuelas, en momentos intermedios de la educación primaria y de
la educación secundaria obligatoria.
Debe considerarse, además, que es necesario evaluar las
propias escuelas, su organización, el grado de autonomía y, como indicador muy
especial, el valor añadido que son capaces de ofrecer a sus alumnos. Es
necesario también evaluar los procesos de enseñanza, los trabajos de los
profesores y de los equipos docentes, considerados de manera colectiva e
individual, y su impacto en los aprendizajes y en el rendimiento de los
alumnos. Y, finalmente, es necesario evaluar el funcionamiento de las propias
administraciones educativas y las políticas educativas propuestas.
Pero ¿Cómo evaluar?. En relación al cómo evaluar, el
desarrollo y la generalización de las evaluaciones nacionales e internacionales
ha permitido una mejora muy significativa de los sistemas de evaluación. La
definición de los marcos de evaluación, la organización de los procesos
evaluadores y el rigor en el análisis de los resultados han permitido
garantizar una elevada validez (se mide realmente aquello que se desea evaluar)
y una notable fiabilidad (la valoración se realiza con todas las garantías y la
máxima objetividad).
Retos del futuro. Entre los retos actuales y futuros de
las evaluaciones externas se encuentra el de facilitar una mejor información
sobre aquellos aspectos hoy todavía insuficientemente valorados o que deben
mejorar. Las evaluaciones deben afinar sus instrumentos para medir con más
precisión la influencia de los procesos educativos de aula y centro, el
funcionamiento de los equipos de profesores y las estrategias colectivas, la
organización de las escuelas, la autonomía y la responsabilidad compartida y la
implicación de profesores, alumnos y familias.
Por otra parte, como se ha señalado, es fundamental poner
a punto mecanismos de evaluación que permitan medir con el máximo rigor el
valor añadido que escuelas y profesores son capaces de incorporar en el
aprendizaje de sus alumnos. Éste es un aspecto hoy fundamental para contextualizar
mejor los resultados educativos que ofrecen las evaluaciones externas.
Del mismo modo, es necesario ampliar el campo de áreas
evaluadas, tanto en relación a los alumnos como en lo referente a escuelas y
maestros. Fortalecer la participación de distintos actores, en particular de
las diversas coordinaciones regionales de evaluación, garantizando la
articulación de los esfuerzos y la colaboración continua de todas las partes.
Finalmente, continuarse mejorando los instrumentos para
obtener datos válidos, confiables y comparables. Así mismo, conviene insistir
en que las evaluaciones de los sistemas educativos deben ser capaces de afinar
las medidas allí donde se producen las circunstancias más adversas del
aprendizaje, o las más particulares, sea porque corresponden a entornos
sociales, económicos y culturales más desfavorecidos, porque se trate de
alumnos con necesidades educativas específicas, o por cualquier otra
circunstancia. Dicho de otro modo: la evaluación debe ofrecer una información
más precisa y eficaz de los resultados de todos los alumnos, pues la mejora de
los sistemas educativos sólo es posible si la calidad de la educación y la
excelencia afectan también a "todos los alumnos".
Finalmente la Evaluación
Educativa, no son los datos, aunque estos sean indispensables, sino el proceso
por el que se aprecia y discierne el valor de las acciones y realizaciones; un
proceso profundamente humano que se nutre y se articula en el diálogo, la
discusión y la reflexión."
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