viernes, 25 de julio de 2014

COMUNIÓN EN CRISTO JESÚS


Eloy Valentín Gil Gómez CNP 17801.- Monseñor José Hernán Sánchez Porras, obispo castrense del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, oficio la misa de confirmación  en la Iglesia Chiquinquirá de la población de Lobatera, los comulgantes son todos integrantes de la promoción 98 de la Esguarnac Michelena, que luego de un encuentro con la fe y dos años de preparación se alistaron para recibir el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo en la Hostia y estar en gracia de Dios y libres de pecado mortal.
El ciudadano General de Brigada Rafael Gerardo Mirabal Herrera, director de la Escuela de Formación del Guardia Nacional, acompañado del estado  mayor, personal docente, administrativo, obrero, alumnos integrantes de las  promociones 99 y 100, padrino, familiares y creyentes en la fe católica de la comunidad, escucharon la misa  como el pan de vida, para luego reflexionar ¨Aquel, pues, que come la vida, no podrá morir, porque ¿cómo había de morir el que tiene por alimento la misma vida?¨.
El prelado castrense Sánchez Porras, invito a los presente al acto de adoración  con un llamado de esperanza ¨ ¡Señor!, te adoro y te reconozco como mi Creador, Redentor y soberano Dueño¨, antes de que los jóvenes y sus padrinos pasaran al frente para el encuentro con el Dios y Señor Nuestro, obteniendo la comunión espiritual donde la persona se une personalmente a Cristo en el momento de la redención del Santo Sacrificio.
Una vez terminados los acto religiosos tomo las palabras el ciudadano Director, para agradecer al digno visitante por sus consejos espirituales para el cambio de la sociedad necesaria,  e invitar a los presente a unirse en la fe, recordando la parábola donde "Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga".

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